Y hablando de adicciones
Arelis María Valencia Velásquez
Nutricionista Dietista.
http://blognutrirse2012.
¿Qué hay detrás de una lata de Red Bull? ¿No sientes que tienes que seguir
consumiendo más?
Algunos creen que es cocaína, hecho que no ha sido comprobado; quien
realmente atrapa al consumidor en su necesidad de seguir consumiendo esta
bebida es “otra sustancia blanca y en polvo” la cual se comercializa legalmente
pero que por sus efectos negativos debería ser ilegal y puede ser casi tan
adictiva como la cocaína: El azúcar, en 6 onzas de Red Bull consumimos 27
gramos de azúcar (6 cucharaditas o la cantidad que contiene una barra de
chocolate). Como la mayoría de las drogas el azúcar estimula la liberación de
la dopamina, neurotransmisor que contribuye a sentirnos bien.
La Universidad de Princeton realizó un estudio, en el cual se privó de
comida y bebida durante varias horas cada día a un grupo de ratas, antes de
suministrarles altas dosis de bebidas azucaradas. Se observó que después de su
consumo, las ratas experimentaron un torrente de dopamina, además sus
receptores opioides, que responden a la morfina, también fueron estimulados. Con
el correr de los días las ratas no sólo querían más cantidad de agua azucarada,
sino que sus cerebros crearon más receptores de dopamina. Al quitarles las bebidas
azucaradas las ratas experimentaron síntomas
de abstinencia entre ellos el un chasquido fuerte de sus dientes. Aunque los
resultados del estudio señalaron que era demasiado pronto para saber cómo podía
aplicarse esto a los seres humanos y reconoce que “la adicción al azúcar es
menos fuerte que la adicción a las drogas” de todas maneras se concluye, que el
azúcar tiene propiedades adictivas. El
profesor Bart Hoebel dice que en algunos modelos “los atracones de azúcar
producen efectos duraderos en el cerebro y aumentan la tendencia a tomar otras
drogas, como el alcohol”
Otro de los componentes adictivos del Red Bull es la cafeína, la cual de
acuerdo a los científicos, activa los centros del placer del cerebro al
disminuir la tasa de reabsorción de dopamina lo que produce sensación de energía
y vitalidad. Por otra parte la cafeína suministra una descarga de adrenalina y
por esto nos sentimos vigorizados, al mismo tiempo que bloquea la recepción de la adenosina,
neurotransmisor del cual se cree que juega un papel importante en la inducción
al sueño, “haciéndolos sentir alertas y despiertos”. Cuando la adrenalina
desaparece se da una sensación de cansancio, irritación, nerviosismo y dolor de
cabeza, “ya que la cafeína constriñe los vasos sanguíneos del cerebro”, y se
siente la necesidad de tomar un café para nivelar la adrenalina de acuerdo a lo
que está acostumbrado el cuerpo.
Así podemos concluir que los fabricantes del Red Bull lo han diseñado para
que sea adictivo; en la etiqueta de Red Bull encontramos que una lata contiene
200 miligramos de sodio, 80 miligramos de cafeína (casi dos veces el contenido
que tiene una lata de Coca Cola Light), 27 gramos de azúcar (6 cucharaditas
aproximadamente), taurina sintética, pantotenato de calcio, acesulfame K y
aspartame. En nueva Zelanda hubo un caso de una mujer tan adicta a esta bebida
que sufrió síntomas como sudores, náuseas, temblores, dolor de estómago,
calambres y ataques de ansiedad tras suspender el consumo.
BRANWASHED EL LAVADO DEL CEREBRO DE LAS MARCAS; Lindstrom Martin.